Consejos de iluminación, puertas y armarios para una reforma low-cost
Seguimos con nuestras propuestas para conseguir reformas low-cost. Tercera y última entrega. En esta ocasión vamos a recurrir a técnicas alternativas y complementarias a lo ya revisado hasta ahora. Cuando hablábamos en primer lugar del suelo, cocina y baños. Y en segundo lugar, de los azulejos.
Y ahora vienen nuevas pistas, que consisten en transformar estancias recurriendo a la iluminación, a cambiar las puertas o los armarios. Sin más preámbulos, ¡Vamos con ello!
Transforma las estancias simplemente con otra iluminación
En artículos anteriores, hablamos de la importancia del color y de la luz para decorar. Jugando por ejemplo con la luz para conseguir habitaciones más amplias. O aplicando el color para alterar dimensiones, provocando contrastes para agrandar espacios. Te recomendamos la lectura de estos artículos previos para darte ideas.
Cuando insistimos tanto en ello, queda patente que la iluminación es un factor de gran importancia en toda reforma. Y no creas que resulta sencillo. Pero a veces con una redistribución de los focos es suficiente. Ahora vamos a aportaros algún dato más sobre técnicas de iluminación.
A priori, una idea fundamental que debes tener en cuenta es que no todas las estancias de tu vivienda necesitan el mismo tipo de iluminación. Dependerá del uso que les quieras dar y el objetivo que quieras alcanzar. Para ello y como punto de partida, contamos con distintos tonos de luz.
Luz blanca cálida, neutra y fría
La luz cálida, la que tiende más hacia tonos amarillos y cremas, se aplica primordialmente en salones, dormitorios y entradas. Aporta calidez, recogimiento y con ello ayuda a crear ambientes acogedores. Su temperatura habitual de luz se sitúa como máximo en torno a los 2700°K (grados Kelvin).Por otro lado, una luz blanca, con reflejos azulados y sensación de mayor intensidad, es más propia de un despacho, de oficinas o zonas de trabajo. Se aplica en ambientes en los que colores y formas se deben percibir con mayor realismo. Es también una luz típica de baños y cocinas. Su temperatura de luz oscila en torno a los 5.000°K y corresponde a la luz de un día muy soleado o escasamente nublado.
Y la neutra, es eso… Siendo similar a la luz del día, es válida también para la cocina y los cuartos de baño. Su rango de temperaturas de color se sitúa entre los 3800°K y 4500°K, y dicen los expertos que es la luz más natural.
Ahora piensa por un momento en cómo varía la luz a lo largo del día… Al amanecer y anochecer, la luz es más “cálida”, las fotos quedan más bonitas. Y a pleno sol, la de un verano a medio día, la luz es muy intensa, es más “fría”. Aunque el sol te queme la piel. Vamos a lo práctico… Para saber si la luz que actualmente tenemos en nuestras casas es cálida, neutra o fría debemos fijarnos en los grados Kelvin que figuran en las lámparas. Aunque si lo prefieres podemos llamarlas bombillas, porque a veces de manera coloquial y en un lenguaje menos técnico, por lámpara se entiende todo el conjunto…
En resumen, una luz fría la encontramos cuando la especificación de la bombilla nos marca en torno a los 5.000 o 5.500 grados Kelvin, mientras que una luz cálida, por debajo de los 3.300 grados Kelvin. La verdad es que en el embalaje de éstas la calidez o frialdad se suele marcar con bastante claridad.
Después de aplicar estas ideas básicas que hemos compartido, cuando elijas unas u otras temperaturas, es importante saber que ambas no son excluyentes, de ahí que nuestra recomendación es que instalemos dos tipos de iluminación: lámparas de techo, apliques, lámparas de sobremesa o iluminación auxiliar junto con otra iluminación general y de encendido independiente. De este modo, podremos optar por diferentes ambientes en una misma estancia.
Por otro lado, debes tener en cuenta que para potenciar la luz natural o la artificial, el uso de pinturas blancas o claras en paredes o muebles favorece su reflexión, es decir, devuelve o refleja más rayos de luz, hasta un 80% de la luz que reciben. Mientras que una negra u oscura es aquella que absorbe más los rayos de luz.
Llega el turno a las puertas. Si estás pensando en reemplazar…
El cambio de puertas es una de las actuaciones más efectistas, sin duda alguna. Y aquí dispones de dos opciones: reemplazar o pintar. En el primer caso, si te limitas a un modelo sencillo, y de medidas estándar no te costará mucho dinero. Te darás cuenta de que hay muchas opciones.
Eso sí, siempre que no se modifique el hueco donde están las actuales. En caso contrario tocaría cambiar la tabiquería, y eso implicaría obra, con posible modificación de electricidad, e incluso fontanería y calefacción. ¡Horror! ¡Adiós a tu intención de optar por una reforma low-cost!
Aun así, que no te engañen y distingue bien lo que compras. Las puertas más baratas son las denominadas “huecas”.
¿Qué quiere decir que sean “huecas”? Pues que tienen un interior de cartón en forma de nido de abeja. Esto les hace que sean modelos mucho más frágiles y menos duraderos que las puertas con un interior macizo de madera o aglomerado. Por este motivo, y a pesar de que sabemos que en una casa hay un gran número de puertas de paso, no es un modelo que recomendemos. Además, proporcionan un menor aislamiento térmico y acústico.
Con una inversión un poco mayor se puede adquirir modelos macizos, con un acabado en chapa natural y con unas prestaciones excelentes en comparación con las huecas.
Más concretamente, nosotros os recomendamos las puertas interiores macizas con interior aglomerado, que constituyen una buena alternativa a las totalmente macizas. Son buenas aislantes tanto de la temperatura como de la humedad y se pueden adquirir a buen precio.
Dar a las puertas un aire nuevo. ¿Lacado o pintura?
Siguiente opción y más económica: pintarlas por las dos caras in situ. Llegados a este punto te estarás planteando una importante cuestión… ¿Lacado o pintura?
En primer lugar, lacar puertas viejas no es a priori la mejor opción. Si pensabas ponerte a ello en casa, olvídate de un acabado lacado como el de fábricas de muebles. Eso ya no es posible una vez que han salido de éstas. Lacar una puerta de nuevo supone un proceso complejo que por supuesto no se puede hacer en tu casa. O al menos no te lo recomiendo. Por mucho que te pongas a fondo con todas las fases (lijado, limpieza, imprimación y capas de lacado, más fases intermedias que no comentamos para no alargar el tema) y que emplees pistola o un juego de rodillos estupendo.
Por mucho que te empeñes en dejar un acabado muy fino, por mucha paciencia e interés que pongas, no te va a quedar igual. Aunque siempre dependerá de tu nivel de exigencia.
Insisto que no recomendaría lacar puertas ya en uso. Suele ser mucho más caro que comprar unas puertas nuevas perfectamente lacadas de fábrica, con robots automatizados. Ya que para conseguir una mínima fiabilidad en el proceso hay que desmontar las puertas, llevarlas al taller y volverlas a montar, lo que encarece la operación por el manipulado y los portes.
Sin embargo, hay pinturas que pueden quedar estupendamente si se aplican como se debe.
Antes de optar por una técnica u otra, valora con la ayuda de un profesional el estado de las puertas. Y si son puertas sometidas a golpes (corrientes de aire o niños, da igual), ten seguro que el lacado correrá el riesgo de agrietarse. ¡Lo que faltaba!
Y “si te vienes arriba”…¡Añádeles molduras!
En cualquier caso, con el cambio de puertas no nos referimos solo a las de paso.
Aunque en el post anterior hablamos del uso del vinilo para forrado de las puertas de los muebles de cocina como una opción de reforma low-cost, otra alternativa es el cambio de las puertas o frentes de los muebles de cocina. Y no te olvides que tendrás que sumar también los frentes de cajones, laterales de los módulos de las esquinas, los zócalos y las bisagras. Sólo con esto, se consigue también un gran cambio.
Puedes encontrar muchas tiendas de mobiliario de cocina donde poder adquirir las puertas del diseño que más se ajusten a tu estilo. Sin embargo, si ya contáis con una cocina de IKEA os recomiendo realizar el cambio de los frentes de los muebles con la tienda CUBRO. Con ellos puedes personalizar los acabados ¡Qué más se puede pedir!
Pero si te consideras manitas y lo quieres hacer tú mismo, te dejo un par de enlaces donde te indican los pasos a seguir.
Cambio de armarios. Y no hablamos de temporada invierno-verano
¿Qué es el OSB?
OSB corresponde a las siglas Oriented Strand Board (del inglés Tablero de Virutas Orientadas). Los tableros OSB están hechos de grandes virutas de madera prensada, de tal forma que están formados por varias capas de virutas de madera encoladas a las que se le aplica presión.Adicionalmente, las capas no están dispuestas en cualquier sentido, como podría suponerse para que su fabricación fuera más sencilla. Sino que las direcciones en las que se orientan las virutas de cada capa se alternan con el fin de darle más estabilidad y resistencia al tablero. De esta manera son poco sensibles a la deformación.
Tal es su éxito, que en Europa y Estados Unidos han sustituido al contrachapado. Principalmente porque su resistencia y versatilidad los convierten en productos muy aptos para convertirse incluso en los elementos estructurales de un edificio.
Y como internamente no presentan nudos, facilita el mecanizado y los cortes posteriores.
Para concluir, si te preocupa la ecología, la conservación de los bosques y la sostenibilidad, su fabricación tiene un menor impacto medioambiental. Porque no es necesario acudir a especies determinadas para fabricar tableros OSB: pueden emplearse árboles de crecimiento rápido o incluso pequeños.
Empecemos por el contexto… ¿Has empezado ya tu reforma low-cost y vas a tener obras en casa? Lo comentamos, porque si ya estamos metidos en obra, la instalación de armarios empotrados es más económica que los clásicos exentos (ya sean estos antiguos o actuales). Y los empotrados ofrecen grandes ventajas.
Para empezar, se encuentran integrados en nuestro espacio, no te consumirán volúmenes. Sin embargo, lo más importante es que los podemos adaptar a nuestras necesidades, y tipo de elementos que queremos guardar en ellos, aprovechando mejor el espacio interior que si se adquiere uno estándar. Ojo con esto último, porque más adelante compartiré una experiencia personal…
Sea cual fuere tu opción escogida, ¿Cómo reducir el coste de los armarios? Reducirás el importe de esta partida si para ellos optas por puertas fabricadas con un material llamado OSB, en lugar de una puerta habitual hecha con tableros tipo DM (lacado o no), o incluso de madera maciza, ya que este material OSB es muy económico.
Y como el OSB no es muy conocido, te voy a explicar brevemente en qué consiste en un recuadro de texto adjunto.
De todos es sabido que la carpintería, en cualquier reforma, es una partida con un coste elevado. Por este motivo, te recomiendo el uso de este tipo de material tan novedoso.
Por último… no quería dejar pasar el tema del aprovechamiento de los huecos para los armarios empotrados, y para terminar esta entrega, compartiré una anécdota de mi propia casa.
Cuando la compré sobre plano, tenía la opción de pedirla con los armarios empotrados ya preparados y vestidos por la constructora. Y resulta que su idea era colocar módulos prefabricados, con un ancho y fondo predeterminado. La historia de siempre: pocos módulos disponibles (olvídate de que fueran a medida) para abaratar los costes de construcción.
Para hacer corto el relato, no los encargamos. Dejamos los huecos en yeso visto, y los forramos después. ¿Sabes cuanto espacio ganamos en total? ¡Más de metro y medio sumando anchuras de armarios! Además del aprovechamiento completo del fondo de cada armario. Saqué altillos de armarios y un espacio para ropa blanca donde antes hubiera sido imposible.
En fin… valora estos consejos antes de ponerte manos a la obra-low-cost.
Ya con esta entrega termina nuestra serie de recomendaciones con el objetivo común del low-cost. Esperamos os ayuden a aprovechar al máximo el presupuesto con el que contáis para vuestra reforma.
Sólo nos queda desearos mucha suerte con el resultado. ¡Que tengáis éxito!