¿Cómo hacer el “cambio de armario” de la decoración de nuestra casa?
¡Ya estamos oficialmente en el mes de junio! El verano está a la vuelta de la esquina.
A pesar de llevar tantos meses casi sin salir de casa, sin darnos cuenta de que nos hemos saltado una estación del año (¡que se lo digan al sector del retail textil!), el cambio de temperatura está ya aquí y viene para quedarse.
El aumento de las horas de luz y el sol en abundancia, al igual que nos animan a un cambio de armario, guardando nuestras prendas de abrigo y renovando la paleta de color en nuestra forma de vestir, también debemos hacerlo en nuestras casas. Para llenarlas de alegría, de frescura y de luz también. ¡En pocos días estaremos en verano!
No sólo es necesario acondicionar nuestras terrazas y balcones para esta temporada, como os conté en una serie de publicaciones recientes. Tras el frío invierno apetece aligerar la decoración, prescindiendo de todo elemento innecesario, para dar paso a una decoración de verano en la que reine la frescura, la ligereza y la viveza de colores. Además de recurrir a estratégicas corrientes de aire, ventiladores o sistemas de aire acondicionado, debemos refrescar visualmente nuestro hogar para las altas temperaturas que se avecinan.
Y no te asustes, porque no siempre es necesaria mucha inversión para conseguirlo. Con poco se puede conseguir mucho… Algunos simples cambios de accesorios y notas de color lograrán que tus espacios luzcan diferentes y nos aporten energía para la nueva temporada.
¿Qué pasos debemos seguir?
Para adaptar tu hogar al verano basta con implementar algunos cambios sencillos. Lo más importante: debemos centrarnos en aspectos como la luz, la frescura y la limpieza, apostando por colores pasteles o el blanco.
Primer objetivo: ¡Despejarlo todo! Fuera cortinas y alfombras pesadas, decoraciones oscuras y elementos innecesarios. Dejarás pasar la luz y el aire a todos los rincones. Y aplicar este consejo de forma generalizada por toda la casa.
Como el salón es su epicentro, ya que en él pasamos la mayor parte de nuestro tiempo libre junto a la familia, verás que en muchas ocasiones me centraré en él. Pero las ideas que te voy a proponer deben también calar en el resto de estancias: la decoración debe adaptarse al verano modificando o cambiando algunos detalles de cada rincón.
Ya es el momento de empezar, y te propongo un recorrido por partes: mobiliario, textiles, plantas, accesorios y velas.
Mobiliario: repasa las habitaciones aligerando el espacio
Como sucede con nuestra ropa, aligerar también el espacio va a convertirse casi en una necesidad que te pedirán tus estancias. Conseguir que luzcan más aireadas, visualmente limpias y ligeras fomentará la creación de una atmósfera mucho más desahogada y llena de frescura.
Para ello deberás optar por líneas de mobiliario mucho más ligeras y sencillas, ausencia de colores oscuros (salvo excepciones como verás más adelante) y, por supuesto, eliminar elementos decorativos innecesarios. Ya podrás volver a colocarlos en su sitio cuando llegue el otoño.
En los muebles opta por combinaciones con metal para dejar más espacio libre. Las mesas de centro, las mesillas de noche o las sillas del comedor son piezas ideales para aplicar estos cambios. Dependiendo como siempre del proveedor, pueden no requerir demasiada inversión.
Los muebles y objetos de caña son otros de los imprescindibles en la decoración esta temporada. También te recomendamos incorporar alguna silla, mesa o pieza de mobiliario realizada con fibras naturales. Porque los muebles de fibra natural son tendencia esta temporada. Mimbre, ratán, yute, esparto, cáñamo, sisal… tan agradables a la vista, muy en línea de la necesidad de hacer la decoración más refrescante e informal para los meses más calurosos.
Finalmente, la combinación de los tonos naturales de los muebles de fibra vegetal con negro es de lo más actual. El conjunto resulta contemporáneo si te decantas por el negro, o más nórdico si lo combinas con madera y blanco. Además, están muy en consonancia con otra tendencia deco de este 2020: el minimalismo cálido. Estas mezclas, que se asocian inmediatamente al verano, encajan en todos los estilos.
Los textiles y las alfombras son las claves para el cambio
Cambiar la ropa de casa y adecuarla al verano es la base para transformar la decoración de nuestra vivienda a bajo coste. Es el momento de volver a hacer lucir las piezas más florales, botánicas, más alegres y vitales, tan acordes al espíritu primaveral y veraniego.
Nos referimos a que las sábanas, mantas, cortinas, alfombras, fundas de lana, de terciopelo, de piel, de punto u otros tejidos que nos aportaron confort y calor durante los meses de invierno, sean sustituidos por otros más ligeros y más frescos, como el algodón, la seda o el lino.
De hecho, cuando hablamos de textiles de verano, pensamos rápidamente en tejidos ligeros con colores vibrantes o estampados veraniegos. Cambiar los complementos textiles como mantas, cojines, plaids o incluso alfombras determinará el cambio de estación de tu salón. Y entre todos, el lino es el tejido veraniego por excelencia.
Pero si hay un estampado que dará vida a tu salón en la época estival, es sin duda el tropical. Las palmeras, piñas y flamencos vestirán tus cojines, cortinas o paredes esta temporada. Tampoco dudes a la hora de incorporar un objeto decorativo de inspiración tropical.
Cinco ideas sobre textiles para que el verano llegue a tu casa
- Pon fundas de lino o algodón. Usar unas fundas es una manera perfecta de cambiar el color oscuro más propio del invierno por colores claros o blanco en sofás y sillones. El algodón y especialmente el lino son fibras naturales muy traspirables. Si además están preparadas para limpieza en lavadora, estarán perfectas todo el verano. Y una ventaja más: tener unas fundas para un sofá tapizado o un par de fundas diferentes para invierno y verano, duplica la vida de un sofá.
- Emplea colores claros. Las tonalidades en blanco son y serán unas aliadas perfectas a la hora de llevar a cabo este tipo de decoraciones. Empléalas como base de tu decoración y aporta toques de vivos colores puntualmente para conseguir un ambiente original y fresco. Pintar algunas paredes o muebles con colores veraniegos. Elegir colores como el amarillo, el naranja, el verde, el azul, el rosa o simplemente el blanco. ¡Abusa del color blanco! Nada ilumina una habitación más que el color blanco. Hay que intentar añadir este color en donde sea posible. Paredes, cortinas blancas, sillas blancas (o incluso muebles).
- Incorpora tejidos ligeros. Deshazte de tejidos pesados y opacos que no dejen pasar la luz a través de ellos. Los tejidos oscuros además atraen el calor y no es precisamente lo que queremos. Precisamos luz, no calor, y menos en estaciones en las que de eso nos sobra. En el salón es conveniente sustituir las mantas del sofá por una tela más ligera y fresca. Si los cojines tienen fundas oscuras, podemos sustituirlas por fundas más alegres y veraniegas.
- Ropa de cama alegre. En los dormitorios, cambia las mantas por sábanas o telas finas y ligeras. Y las sábanas o fundas de edredón, que sean preferiblemente de colores alegres y veraniegos. Podemos usar estampados de flores (sobre todo amapolas o margaritas) o ropa de cama con colores pasteles. ¿Y por qué no un suzani?
- Alfombras de fibra. Podrás seguir empleando alfombras para dar un toque cálido a tu casa, eso sí, olvídate de las de pelo largo. No son bienvenidas en verano. Mejor decántate por fibras naturales, lino, algodón… Las alfombras de fibra vegetal son idóneas para sustituir las más abrigadas de lana en un cambio de look de la estancia para vestirla de temporada. En definitiva, apuesta por la incorporación de tejidos frescos y transpirables.
En general: da toques de color con tonalidades vivas y alegres
Como te comentaba hace un momento, contar con una base decorativa en colores claros resulta casi indispensable, pero cierto es que también se hace necesario algún aporte de colores vivos y alegres que den muestra de la época del año en que estamos. Utiliza colores vibrantes y llamativos que capten la atención de la estancia y destaquen su presencia sobre una base monocromática. Conseguirás de este modo un marcado protagonismo visual empleando pocos elementos decorativos, con lo que seguirás manteniendo una estancia despejada y de aspecto fresco.
La playa, el mar… en definitiva, si pensamos en verano viene a nuestra mente casi sin darnos cuenta el entorno marino y todo lo que trae aparejado. No es obligatorio para una decoración en verano, pero el azul es el color por excelencia de las vacaciones. Y el terracota también. Pequeños toques de color azul o arcilla serán suficientes: unos cojines, unos jarrones o una alfombra.
Cuadros o fotografías que también nos trasladarán de inmediato al paraíso serán las del mar, piscinas y palmeras. Cuelga alguna de estas estampas en tu pared y conseguirás de inmediato un salón más fresco. Nosotros en el salón cambiamos uno de nuestros cuadros por un gran óleo sobre tabla de la playa de la Isla en Asturias, que nos transporta a nuestras vacaciones de verano en el norte.
Haz que tus plantas cobren vida
Uno de los elementos que no pueden faltar en un salón en verano son sin duda las plantas. Las de interior proporcionan vida, color y sobre todo frescura y naturalidad a nuestra sala de estar.
Si además ponemos de nuestra parte para que luzcan aún más vistosas y originales darán un toque tan alegre como estupendo a tu decoración de verano. Decorar macetas de forma original con la llegada del verano parece tener el doble de encanto y gracia que en el resto del año. ¡No te quedes sin probarlo!
Y podemos invertir un poco en plantas, o llenar jarrones con flores campestres o plantas salvajes, para evitar gastos innecesarios. Colocaremos las plantas por toda la casa, no solo en el salón. En la cocina se puede colocar un jarrón de cristal con agua y un gran manojo de hierbas frescas para cocinar. Prueba con albahaca, lavanda, hierbabuena, menta… La primera ahuyenta los insectos, por lo que te vendrán estupendamente para evitar avispas y mosquitos.
Accesorios típicos veraniegos y la calidez de las velas
Por último, no nos olvidemos de los complementos de inspiración marinera, como estrellas de mar, estampado de rayas, conchas o palos rescatados del mar. Tampoco olvidemos los artículos asociados al verano, como cestos o sombreros de paja. Son recursos muy económicos y nunca fallan en un salón veraniego.
Puede sonar casi a tópico, pero las rayas náuticas nos hacen pensar en playa y vacaciones con efecto inmediato. Son casi un básico de cualquier decoración en verano. Las puedes incorporar a tu casa de 1.000 maneras sin necesidad de cambiar toda la decoración: fundas, cojines, ropa de cama, manteles, cortinas… La dosis depende de cada uno.
Coloca portavelas en la terraza, e incluso dentro de casa. Iluminarán de forma cálida tus noches de verano. Jarrones de cristal, frascos de vidrio, básicos de hierro y cristal, e incluso farolillos de papel vegetal.
Y cuando hablamos de velas, no debemos olvidar el matiz de los aromas. Los aromas de lavanda, higo, hierba cortada o cítricos serán tus mejores aliados a la hora de dar a tu casa un estilo de verano.
Apunte final: La mesa se merece un refresco también
Todo esto que hemos hablado también se tiene que trasladar a tu mesa. Manteles fluidos de lino, vajillas más coloridas y frescas, jarras de hierro… Lleva la decoración de verano también a la mesa. Basta una mínima inversión en unos platos de cerámica o vasos de colores o motivos veraniegos: marinos, florales, tropicales… lo que más te guste. Combínalos con tus manteles y vajillas habituales y añade toques de color con servilletas de papel. Te sentirás como en una casa de vacaciones.
Como has podido ver, contar con una decoración de verano en casa puede ser más sencillo de lo que pueda parecer, y es que el sentido común y la necesidad de ambientes frescos y despejados tendrán mucho que decir. ¿Preparados para recibir al verano con la mejor y más alegre de las decoraciones?
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