Ya está aquí el buen tiempo. ¡Sácale todo el partido a tu terraza!
La terraza puede llegar a ser uno de los espacios más espectaculares de una vivienda, y más desde hace un par de meses, en los que tanto terrazas como balcones han cobrado un renovado y merecido protagonismo. Sin lugar a duda, han sido los espacios más apreciados por todos nosotros, porque nos permiten abrirnos al exterior.
¡Y ahora con el buen tiempo, disfrutar de un rincón al aire libre es todo un placer! Un espacio único donde poder relajarnos, desconectar y disfrutar solos o en compañía. Y dentro de muy poco, incluso pasaremos más horas en ella que dentro de casa.
Como os podéis imaginar, las terrazas deben ser consideradas una prolongación del interior de nuestras viviendas, aportando continuidad en el estilo decorativo. Por ello la decoración de las terrazas debe seguir las mismas reglas que cualquier otro espacio, con el claro objetivo de crear una atmósfera confortable. Si bien las terrazas pequeñas son las más habituales, también con ellas se pueden conseguir unos resultados increíbles.
¿Cómo hacerlo? Aquí te vamos a dar las principales claves y últimas tendencias.
Primera elección: que la casa crezca, o que sea un espacio totalmente diferente
La esencia de una casa con terraza es la conexión exterior-interior, y en principio tienes dos opciones posibles: hacer crecer tu casa sumando metros al espacio interior, o crear un anexo totalmente independiente. Y aquí entra en juego en primer lugar la elección de los revestimientos. Siempre eligiendo materiales discretos, sencillos y neutros que cedan el protagonismo al espacio y a la luz natural.
Ten en cuenta que los revestimientos y panelados de madera, siempre que sean resistentes a la intemperie y tengan un buen mantenimiento, son un recurso perfecto para dar calidez y decorar una terraza. Otros posibles materiales son el aluminio, el hierro, las maderas tropicales, las fibras vegetales o las modernas resinas sintéticas que imitan diferentes acabados, resisten bastante bien la intemperie y apenas requieren mantenimiento. Es un punto a tener en cuenta.
Y por supuesto, ya desde este primer momento, el color es un aliado estupendo para nuestra decoración. Dado que los colores pueden generar diferentes percepciones y sensaciones en cada persona, debes tener en cuenta cuál es tu color y hacer que esté presente en tu terraza. No es cuestión de que todo esté impregnado de ese color, sino que cobre protagonismo o que tengas un detalle que te genere esas buenas sensaciones, optando por colores que te aporten más vitalidad.
En caso de dudas, y como sucede en el interior de la vivienda, la opción más conservadora es mantener las paredes en colores claros y neutros, con los que te sientas cómodo, y optes por colores más atrevidos y llamativos para los diferentes elementos decorativos de tu terraza.
Si tu terraza es interior, o dispone de pocas horas de sol, puedes potenciar su luz vistiendo de blanco los muros y eligiendo plantas y textiles que trasmitan vitalidad y alegría.
Tres ideas como punto de partida para planificar tu terraza
- Crea espacios fluidos, multifuncionales y ligeros. Ten en cuenta que el mobiliario modular permite crear composiciones diferentes cada cierto tiempo, y, además, ajustarlas a las necesidades de cada ocasión.
- Opta por una distribución inteligente. Siempre deben combinarse estética y funcionalidad, siendo preferible contar con un solo ambiente, antes que con dos que resulten agobiantes.
- Mantén siempre coherencia en el estilo. Lo ideal es que la decoración de las diferentes zonas de tu terraza mantenga una misma línea estética, la cual debe encajar al mismo tiempo con la del resto del hogar
Para terminar este primer apartado, no nos olvidemos de los pavimentos. Si quieres que tu casa crezca, emplea un pavimento que visualmente prolongue los espacios, siguiendo el mismo estilo. Si no dispones de esa opción por presupuesto o complejidad, por lo menos utiliza el mismo tipo de muebles, pero que sean 100% de exterior.
Segundo paso: haz un croquis y piensa bien a qué quieres destinar la terraza
Pero antes de lanzarte, debes pararte a pensar sobre el uso que vayas a darle, a tus necesidades y a los metros disponibles. Sea del tamaño que sea, cada metro cuadrado de una terraza es un bien muy preciado.
Si el espacio es pequeño, lo más práctico es destinarla a un solo fin: comedor, rincón de lectura, cuidado de plantas o zona de relax pueden ser algunas ideas. Y siempre te quedará la opción de sacarle partido al espacio vertical. Así que analiza cómo lo vas a aprovechar mejor, y, como en cualquier proyecto, ten en cuenta el presupuesto de que dispones.
¡Fundamental!: haz un plano del espacio de tu terraza o ático antes de ponerte a comprar nada. Será más sencillo preparar un croquis de zonas y elementos antes de empezar con la decoración en sí, lo cual te ayudará a ser más consciente del espacio disponible y te hará mucho más fácil su distribución.
A menudo encontramos terrazas que, sin ser pequeñas, presentan una planta complicada. Y en el caso de que sea estrecha, debemos pensar muy bien qué distribución nos dará más juego.
Y por supuesto, es fundamental que el tamaño de los muebles que decoren la terraza esté adaptado a las dimensiones del espacio. Tener claro qué quieres hacer en la terraza, te ayudará a identificar la distribución del espacio y el tipo de mobiliario que necesitas.
Ya podemos seguir, y lo haremos por partes: mobiliario, textiles, plantas e iluminación.
Tercero: el mobiliario. Importante decisión: un solo espacio o varios ambientes
Entre los básicos o necesarios encontraríamos mesas, sillas, sofás, hamacas, balancines (si el espacio te lo permite) para crear espacios de reunión, donde leer, descansar, comer, charlar…
Siempre deberás seleccionar muebles que estén específicamente diseñados para el aire libre, para que puedan aguantar el sol, cambios de temperatura y exceso de humedad. Porque un requisito imprescindible es su resistencia, una característica que no está reñida con el diseño. Afortunadamente la elección de materiales es amplia: teca, iroko, ipé, ratán, bambú, plástico, aluminio, hierro forjado, etc.
El mobiliario basado en maderas naturales sigue siendo tendencia. Por la gran resistencia de algunas maderas, es uno de los grandes clásicos a la hora de decorar el jardín, especialmente en formato sillas y mesa. Pero no sólo los agentes atmosféricos y mecánicos los degradan: los hongos e insectos podrían ser tus peores enemigos, y evitar el contacto con el suelo y lugares de acumulación o condensación de agua, donde aumente la humedad es una medida a tener en cuenta.
Si es espacio es pequeño… Por regla general, te recomiendo utilizar muebles ligeros y en poca cantidad en tu pequeña terraza. A veces, basta una simple silla de madera acompañada de una mesita para marcar la diferencia. Como alternativa, una butaca de mimbre y una mesita auxiliar serán más que suficientes para disfrutar, por ejemplo, del sol de la mañana mientras tomamos un café y leemos el periódico.
Lo ideal es que puedas crear un espacio funcional para darle un solo uso. Puedes también utilizar mobiliario plegable de líneas sencillas, el cual podremos retirar cómodamente cuando no lo vayamos a usar. O incorporar piezas con más de una función, como un taburete. Que puede ser a veces una mesita, un asiento o un reposapiés, según convenga.
Otra alternativa para “aumentar” y aprovechar una terraza pequeña es conectarla visualmente con el salón. De esta forma, se puede disfrutar la sensación de hallarse en un espacio abierto incluso desde el interior de la estancia.
Si el espacio es estrecho… En un espacio estrecho y alargado lo ideal es escoger muebles de poco fondo y ubicarlos junto a las paredes para favorecer el paso.
Un recurso muy útil y que cumple funcionalidad y versatilidad, es el uso de bancos realizados a medida y los sofás rinconeros garantizan que el centro de la terraza quede libre, permitiendo que donde entraban cuatro personas, ahora lo hagan seis. Muy apropiados también para decorar las terrazas en forma de L.
Terrazas medianas y grandes… permiten la creación de diferentes ambientes, como una zona de estar, un comedor, un espacio de lectura… pudiendo incluso otorgarle la estética de un salón exterior. Si cuentas con suficiente espacio, no lo dudes y reserva una zona para organizar comidas al aire libre.
Recuerda que, a la hora de distribuir los espacios, es necesario establecer zonas de paso cómodas, cuidar la estética general y, siempre que sea posible, deberás situar el comedor más próximo a la cocina, y la zona de relax, más retirada.
Recuerda que, a la hora de distribuir los espacios, es necesario establecer zonas de paso cómodas, cuidar la estética general y, siempre que sea posible, deberás situar el comedor más próximo a la cocina, y la zona de relax, más retirada.
Si es tu caso, contar con una terraza en un ático es una maravilla porque el espacio siempre suele ser mucho mayor, no hay más límites de altura que el cielo y uno gana sensación de intimidad. Pero también tiene sus dificultades… ¿Cómo decorar ese espacio tan grande y que no parezca desangelado? Corres el riesgo de pecar con su decoración por exceso o por defecto de elementos. Muebles grandes sí, pero guardando una línea de decoración.
En general… A la hora de decorar una terraza, al igual que hacemos en el interior de los hogares, nos gusta mezclar muebles de diferentes estilos, tales como bancos de madera antiguos, sillas de mimbre con mesas redondas metálicas y cómodos sofás. Todo ello combinado con cojines que aportan color y un toque fresco a este espacio, con líneas o estampados.
Terminado el apartado del mobiliario, lo que toca ahora son los textiles. Cosas que debemos tener en cuenta al elegirlos, la importancia que pueden tener las alfombras (¡Sí, en la terraza puede haber alfombras!) y por supuesto, la elección de las tapicerías. Más concretamente, los diferentes tipos de textiles que podéis elegir para éstas. Y para terminar, cinco opciones básicas para la elección del color.
Todo esto lo veréis en mi siguiente entrega. Y como ya vamos contra reloj para poner a punto las terrazas, lo tendréis mañana mismo en el blog.