Jugando con la luz. Cómo lograr habitaciones amplias y luminosas

Recordemos rápidamente que el color es realmente la sensación que nos produce la luz reflejada por los objetos cuando incide sobre ellos. Lo vimos en mi post dedicado al círculo cromático.

Es por ello que un color varía dependiendo de si la luz procede del sol, de una bombilla incandescente o de un tubo fluorescente. ¡Y ya con la cantidad de luces LED que hay en el mercado, ni os cuento!

Las bombillas con sus filamentos aportan una luz dominante amarillenta. Y el fluorescente, verdosa. Eso explica que un mismo objeto o motivo pueda tener unos colores fríos bajo una luz de fluorescente y tener colores cálidos si lo ponemos a la luz del sol de mediodía.

Consejos: ¿Cómo elegir una pintura para una pared?

  • Aplicar una mano de blanco puro previamente. Aunque actualmente existen pinturas muy cubrientes, cuando se utilizan ciertas tonalidades intensas en todo tipo de superficies, inclusive paredes, se aconseja aplicar por lo menos una mano de blanco puro. La saturación del color será mayor y se verá más brillante, no siendo influenciado por manos previas de otros colores oscuros o del propio cemento. El efecto de la superposición directa de colores podría ser inadecuado.
  • Realizar pruebas de color en superficies de gran tamaño y contemplarlas a lo largo del día. Esto es complicado, porque los pintores siempre van con prisa. Ellos preferirán preparar un poco de pintura y hacer pruebas en una pequeña porción de la pared. Pero cuando toda una gran superficie está debidamente cubierta con las manos necesarias, nuestros ojos cambian de opinión y podemos admirar otras particularidades del color. Si te lo puedes permitir, no renuncies a ello.

Incluso un mismo color utilizado en interior y en el exterior puede resultar totalmente distinto, de tal manera que la plena luz solar refleja los pigmentos de la pintura de una forma diferente a la luz artificial. Esa es la razón por la que es preferible pintar a plena luz de día: porque el contraste entre los colores es difícil de valorar con luz artificial. O si no al menos seleccionar adecuadamente bajo la luz natural el color que luego aplicaremos.

Y como ya apuntaba hace un momento al referirme al mediodía, el color de la luz diurna también varía según la altitud del sol, o lo que es lo mismo, la hora del día. Tiene un matiz amarillo o rojizo durante la salida y la puesta de sol, y un matiz azulado al mediodía. Haciendo que los tonos vayan cambiando de claros a oscuros, de tonos intensos a opacos.

Si te gusta la fotografía, recordarás la importancia de la temperatura de la luz, del balance de blancos antes de ponernos a disparar, y lo espectaculares que quedan las fotos al amanecer o al atardecer…

Para terminar sobre la importancia de las condiciones ambientales y afinando un poco más, los cambios atmosféricos además filtran la luz del sol modificando su intensidad y temperatura. ¡Menudo lío, la verdad!

Aquí tienes cinco consejos realmente útiles

Al final nos estamos olvidando del color para mejorar la luminosidad de tu espacio y que éstos parezcan más grandes. Según sea la distribución de tu casa, puedes aplicar alguno de estos consejos.

  1. Espacio reducido con mucha luz. Si este es nuestro caso, tenemos que utilizar colores fríos como el verde, el azul y grises para combatir la sensación de ahogo.

  2. Pasillos estrechos y largos. Debemos utilizar colores claros como el malva o el ocre que proyectan la luz, para así ensanchar el espacio. Y si además el techo es bajo, mi consejo sería utilizar un color más claro en el techo que en las paredes para dar la sensación de amplitud y altura.

  3. Prescinde de contraste de colores. ¿Cómo evitar que los espacios se vean demasiado reducidos por falta de luz? Pues prescindiendo del contraste entre los colores, especialmente entre los claros y oscuros.

  4. Una misma estancia para dos finalidades. Es otro truco para ampliar virtualmente el espacio jugando con efectos de luz. Si nuestra habitación es también zona de trabajo, te propongo separar por colores.  De tal manera que en la zona de dormir apliquemos colores suaves para convertirla en más relajada, mientras que para la zona de trabajo seleccionemos colores más metalizados.

  5. En general. Si tenemos falta de luz debemos utilizar colores claros y brillantes como el blanco, el malva, el beige o el naranja, que proyectan muy bien la luz y agrandan el espacio. Si adicionalmente contamos con un suelo porcelánico o de mármol, éste reflejará la luz y conseguiremos un efecto mayor.

Cómo lograr habitaciones amplias y luminosas. Combina pintura, estampados, muebles y tapizados

Aunque no todos prefieran la abundancia de luz en interiores, a la mayoría nos gustan los espacios bien iluminados, principalmente con luz natural, que es beneficiosa para la salud y para las actividades que realicemos dentro de casa.

Una recomendación básica que antes te comentaba consiste en el empleo de tonalidades claras en techos y paredes. Como es sabido, es preferible utilizar colores suaves para ampliar los ambientes. El blanco, el beige o el amarillo son colores luminosos por excelencia, y debido a que reflejan la mayor parte de la luz que llega a ellos, provocan una sensación visual de ampliación de los ambientes y luminosidad.

Los estampados se caracterizan por poseer una gran variedad de contrastes, y aplicados en áreas amplias como cortinas, colchas, alfombras o incluso papeles pintados, nos pueden restar claridad, y reducir visualmente el espacio. Si el tema nos preocupa, será cuestión de elegir texturas lisas, estampados con poco contraste en los colores y de pequeño tamaño del dibujo.

En cuanto a los muebles y tapizados, para potenciar la claridad se tiende a utilizar revestimientos y tapicerías en tonos claros, muebles ligeros y bajos en maderas claras. También transparentes de vidrio o muebles del mismo color que las paredes. Como si fueran muebles invisibles que no interrumpen la circulación de la luz. Pintar los muebles del mismo color que las paredes o de tonos claros también ayudará a ampliar el espacio y parecerá que ocupan menos.

Y no nos olvidemos de otros recursos prácticos: los espejos. Porque una manera fácil de ampliar el espacio duplicando las fuentes de luz es incorporando espejos a nuestra decoración. Deberemos ubicarlos cerca de una ventana, o justo enfrente para propagar mejor la luz por la habitación y así conseguir una mayor profundidad en el espacio. También los podemos encontrar cubriendo paredes enteras como paneles de espejo, ¡y si los pones envejecidos das en el clavo!

El último recurso: meternos en obras… aunque sean pequeñas
Si nos falta luz, cuando lo más frecuente es obtenerla desde ventanales que la atrapen del exterior hacia el interior, quizá podamos optar por claraboyas, tubos de luz o puertas vidriadas.
Qué duda cabe que requieren de un mayor esfuerzo en la planificación de espacios en la fase de construcción, pero son las mejores opciones para dotar de luz a nuestra casa.

Intenta que la luz llegue a todas partes, y para ello hay diferentes fórmulas para abrirle camino. En este caso y si tu cocina no tiene mucha luz (natural o no), busca alguna manera de darle paso. Mira estos ejemplos de espacios diferenciados pero visualmente conectados mediante puertas de vidrio y hierro. Que además están de plena actualidad. Aportan amplitud y luminosidad.

En la próxima entrega, te hablaré de los colores. Dónde y cómo aplicarlos. Y por supuesto, algunas ideas para combinarlos.

Si quieres que te ayudemos a distribuir mejor tus espacios para lograr este efecto que tanto te interesa de ampliar espacios y darles mayor luminosidad, encaja perfectamente entre nuestros servicios de interiorismo y decoración.