Todos queremos gastar lo estrictamente necesario cuando reformamos una vivienda. Pero una reforma low-cost merece un planteamiento aparte.

Este post surge de la necesidad de una clienta que acababa de heredar una vivienda, a la que quiere hacer un lavado de cara para ponerla en alquiler lo antes posible. Y sacarle rápidamente una rentabilidad, pero con muy bajo presupuesto para todo lo que necesita. Sin duda alguna, ¡Todo un reto!

Cuando hablamos de un “lavado de cara”, generalmente lo que se suele pensar es en pintar, acuchillar, y ya está… Pero no siempre es suficiente.

Si nuestro presupuesto es ajustado, ¿Qué podemos hacer para que se estire como un chicle?

Partimos de la base de que por ser una reforma Low-cost, la calidad del trabajo no tiene por qué ser menor. ¡A nadie le gusta tirar el dinero!

El ahorro se obtiene en los materiales empleados y en las soluciones que se proponen. No en la calidad profesional de quien lo propone y/o lo ejecuta.

¿Es para ti, para vender o para alquilar?

Seamos realistas. Los enfoques y prioridades en cada situación no son los mismos. Por lo tanto, es importante tener claro cuál es el destino de la vivienda. Si es para alquilar, ponerla a la venta o para vivir nosotros mismos…

¿En qué nos fijamos cuando estamos buscando una casa para alquilar? Yo personalmente, me fijo en el estado de los baños, en la cocina y en los armarios. Y concretamente en éstos, sobre todo en el estado de su interior.

Y descarto de antemano aquellas viviendas en las que ya directamente las fotografías muestran una cocina no actualizada, unos baños anticuados… Son partes de la casa de uso diario, y sufren mayor desgaste. Y quizá también un peor mantenimiento y limpieza.

Lo primero y más importante… ¡Planifícate!

¿Cuál es mi recomendación para realizar un lavado de cara seguro y efectivo, donde se aproveche al máximo el presupuesto con el que contamos y, como el título indica, sin tirar la casa por la ventana? Planificarse.

Como para cualquier proyecto de decoración e interiorismo, es necesario planificarse bien. Y contar con profesionales con experiencia, que te van a ahorrar tiempo y muchos disgustos.

Hay que ser consciente de cuál es el estado de la vivienda y cuáles son las cosas, no siempre visibles, más urgentes por las que empezar.

Antes de entrar en materia planteándote ciertas acciones concretas, no puedo evitar empezar por la seguridad: el estado de la electricidad y la fontanería. ¿Qué años tiene la casa? ¿Se ha hecho alguna vez una revisión de su estado en estos dos temas fundamentales?

Estoy totalmente de acuerdo en que supone gasto y es poco lucido… pero la realidad es que estamos invirtiendo en seguridad para ti, para tu familia y la de tus inquilinos, si el destino es el alquiler. Y desgraciadamente, no todo el mundo lo ve igual de necesario porque, sencillamente es un esfuerzo económico que no se refleja en el exterior.

Volviendo a la planificación, te voy a dar una serie de ideas en diferentes apartados, y ya vas escogiendo tú la parte que te interesa. Y por supuesto, prioriza. Y una vez decidido el alcance, es ahí cuando toca planificarse bien.

Piensa que cuanto más se tarde en tenerlo todo listo, más se retrasará tu traslado a vivir, o el de tus deseados inquilinos. Hazme caso… busca un asesoramiento profesional no sólo para organizarte, sino para que cuente con el conocimiento y el contacto con los gremios que sean necesarios.

Distribuiré mis recomendaciones en dos entregas. En esta primera, lo abordaré por estancias. Y en la siguiente, hablaremos más propiamente de materiales.

El suelo, hilo conductor de la vivienda

No es propiamente una estancia, pero armoniza toda la vivienda y merece un tratamiento por separado.

Si tienes claro que lo que tienes que cambiar es el suelo, hay algunas tarimas que se pueden colocar sobre el suelo existente de la vivienda, ahorrando de este modo plazos y coste. Piensa que no hay que picar y desescombrar, frente a otros pavimentos como el porcelánico, en los que el tipo de instalación hace necesario eliminar el anterior.

Ojo con la problemática que surgirá con la apertura de puertas, al elevarse el suelo por encima del nivel anterior. Pero afortunadamente, todo tiene solución.

Otros materiales utilizados también en este tipo de reformas de bajo coste, porque evitan la latosa fase de demolición y por lo tanto aplicables sobre la superficie existente, son el cemento pulido (material artesanal, elaborado en obra con cemento Portland, arena y agua) y el microcemento (de aspecto suave y liso, es un producto industrializado formado por una mezcla cementicia mejorada para facilitar su puesta en obra y reducir los espesores de aplicación).

Como la madera, se adhiere eficazmente a cualquier base por lo que no requiere desescombro ni quitar los azulejos existentes evitando así polvo y tiempo. Sin embargo, a diferencia de ella, no requiere de recorte de puertas ya que su espesor es muy bajo (2 mm).

La cocina, el corazón de la casa

Generalmente, lo que suele estar más estropeado de una casa vivida son las puertas del mobiliario de cocina. No hace falta que te explique el por qué 😉

Si la distribución actual es la adecuada, una solución práctica pasa por cambiar éstas por unas nuevas, que dan sensación de limpieza y de que estrenas los muebles. Te encuentras con una cocina casi nueva, sin complicarte más la vida. Cambiar todo el mobiliario de cocina puede ser un presupuesto verdaderamente importante. Y si sigues este consejo se reduce bastante.

Si además pintas de un color alguna de las paredes, o la empapelas, ya hace que cambie tu cocina. El papel pintado no tiene por qué ser caro y es muy resultón. Y también te servirá para delimitar espacios o ambientes.

La encimera es otro de los elementos a considerar en tu reforma, para darle un nuevo aire a la cocina. Hay muchas calidades, y el resultado merece la pena por el efecto de transformación que experimenta la cocina. Según los colores que elijas, además puede proporcionar amplitud y limpieza.

Afinando un poco más y, por último, te recomiendo un cambio de tiradores por unos más modernos. Ese pequeño detalle también puede formar parte de la actualización de este espacio.

Los baños, más allá de la higiene imprescindible

Quitar la bañera para instalar un plato de ducha es todo un clásico. Ya que es un cambio que se realiza con mucha frecuencia. Por falta de tiempo o por practicidad, hoy por hoy nos duchamos más que nos bañamos. Además, con este cambio obtienes un doble beneficio: por un lado, ganas visualmente en amplitud y, en segundo lugar, ahorrarás en consumo de agua.

Eso sí. Si sólo se hace el cambio de la bañera por ducha será necesario alicatar el hueco que ocupaba anteriormente la bañera. Las tres paredes. ¿Qué opciones se me ocurren? Pues buscar un azulejo que iguale lo que ya tienes, o contrastar. ¡Es cuestión de gustos!  En cualquier caso, si no quieres que este cambio sea muy evidente, quita algún azulejo más de alto, en lugar de limitarte estrictamente a la altura de la bañera. Dará la sensación de ser algo más pensado y no será tan evidente.

Una receta económica para tu reforma de los baños también puede ser cambiar la grifería. Y esto afecta también a la cocina: una forma de hacer reformas low-cost de cocinas o de baños es aplicando un cambio de la grifería vieja por una línea más moderna. O por lo menos a estrenar por el que venga a continuación.

Y ahora… ¿Qué hacemos con el resto?

Dar una recomendación general no es sencillo. Cada casa es un mundo. Lo que está claro es que tendrás que pintar. ¡De eso no me iba a olvidar! Y ya que estamos y si es concretamente tu situación, podrías quitar el gotelé, que hace mucho que no se lleva. Pero ojo, que puede estar ocultando deficiencias en las paredes, y a lo mejor es preferible dejar las cosas como están. Sería una lástima, pero hay que ser sensatos.

He de reconocer que una de las cosas que más me gusta cuando visito una vivienda que se ofrece como nueva o para entrar a vivir es el olor a pintura. Entiéndeme… no es por la pintura en sí, sino lo que “desodoriza” con respecto a la situación anterior.

Es igual que el olor a café recién hecho… ¿Sabías que es una técnica habitual para ganar puntos cuando enseñas tu casa para venderla o alquilarla? Pero no estamos ahora para dar lecciones de marketing inmobiliario ni técnicas de home staging. Sigamos con nuestras reformas…

El hecho objetivo de que las paredes estén sin manchas de cuadros, sin marcas de golpes, ni las producidas por el calor de electrodomésticos o el radiador… ¡Te da la sensación de que estrenas la casa!

El presupuesto de la pintura variará en función del estado en el que se encuentren las paredes. Si tienen grietas, antes de pintarlas habrá que repararlas con velo para que éstas no vuelvan a aparecer una vez pintadas. Si aún tienen gotelé (que precisamente se suele emplear para ocultar imperfecciones de la pared) y lo quieres quitar, o simplemente que se ha repintado en demasiadas ocasiones, tendrás que eliminar esas capas antiguas de pintura.

Por todo ello y de cara al presupuesto final, es importante conocer cuáles son los trabajos previos que debemos realizar antes de pintar. Y es necesario que el profesional visite sí o sí previamente la vivienda.

Presupuestos, que sean pocos y realistas

Después de las recomendaciones que os he hecho y teniendo en cuenta el estado de vuestra vivienda, quizá ya sepáis qué es lo que realmente queréis hacer. Y ahora es el momento de solicitar presupuestos.

Vuelvo a insistir en la importancia de contratar profesionales que aconsejen, planifiquen y cuenten con todos los gremios para optimizar tiempo y dinero. Y por supuesto, si quieres contar con nosotros, tenemos una amplia gama de servicios profesionales.

Dicho esto, recomiendo comparar y solicitar varios presupuestos, siendo tres un número razonable. Y no hay que volverse loco. Ya en alguna ocasión nos ha pasado que nos han solicitado un presupuesto para una reforma integral, para enterarnos más tarde que somos nada menos que uno de los ocho presupuestos que se han pedido. ¡Qué locura!

Y, sobre todo, ¡Mucha suerte con el resultado!

(Fuente: Imágenes vía Internet)